En Galicia el año 2015 ha sido un año de consolidación de iniciativas emprendedoras, alcanzando un 5,51%.

Actividad emprendedora y dinámica empresarial

El TEA gallego obtuvo un valor de 5,51 en 2015, poniendo así fin a la etapa de decrecimiento registrada en el período 2012-2014. Esta evolución creciente es debido al auge de las iniciativas emprendedoras en la fase de nuevas (3- 42 meses).

Considerando el ámbito nacional, el TEA gallego continúa por debajo de la media nacional (5,70), si bien cabe destacar el diferencial entre ambos se ha reducido en 2015 pasando de 1,55 en 2014 (5,47 en España y 3,92 en Galicia) a 0,19 (5,7 en España y 5,51 en Galicia).

Al evaluar las motivaciones para emprender, se obtuvo que la existencia de una oportunidad de negocio es el principal factor que lo impulsa, pero éste registra un descenso en 2015 aunque menor al protagonizado en el período 2013-2014. Además, el deseo de tener una mayor independencia profesional se mantiene como el principal factor asociado a este tipo de emprendimiento. No obstante, debe destacarse el gran auge experimentado por el mantenimiento del volumen de ingresos que es el factor que representa un mayor crecimiento dentro emprendimiento por oportunidad.

En el análisis de la evolución del TEA por oportunidad y necesidad en Galicia, destaca su crecimiento durante el último año, más notable en el caso del emprendimiento por necesidad que alcanza el valor más alto de toda la serie histórica (2005-2015). Por su parte, el índice TEA de iniciativas consolidadas alcanza 10,61 en 2015, por encima de la media nacional (7,70) y, al mismo tiempo, suponiendo una mejora de la posición relativa de Galicia en el contexto nacional.

La tasa de abandono de las iniciativas emprendedoras crece en 2015, de 1,85% en 2014 a 2,34% en dicho año, continuando la tendencia del año anterior y en contraposición al descenso registrado a nivel nacional. Las causas de abandono más destacadas son, por este orden, la obtención de una rentabilidad insuficiente, las motivaciones personales, y la jubilación del emprendedor.

El TEA de los emprendedores potenciales ha continuado el descenso registrado en el año anterior, pasando de 5,53 a 4,30, y en línea con la evolución detectada a nivel nacional.

La influencia del entorno para emprender

El análisis de la influencia del entorno sobre el emprendimiento gallego permite afirmar que el 21,02% de los entrevistados perciben buenas oportunidades para iniciar un negocio en Galicia y, de hecho, el 44,88% afirma poseer habilidades y conocimientos para ello.

Al evaluar la intencionalidad emprendedora, los emprendedores gallegos destacan por su menor miedo al fracaso y mayor capacidad para emprender respecto a la población general. Al mismo tiempo, se caracterizan por identificar en mayor medida oportunidades de negocio en el entorno.

Desde el punto de vista de los expertos, se ha registrado un empeoramiento en su percepción del entorno gallego para emprender que, si bien continua por debajo de la media nacional, mejora su posición relativa respecto a España. En esta línea, los factores del entorno que, a su juicio, tienen una mejor valoración son, por este orden, las infraestructuras, la enseñanza postsecundaria y la disponibilidad de apoyo financiero. Por el contrario, los peor valorados se identifican con la apertura del mercado interno y la enseñanza primaria/secundaria.

La principal recomendación para estimular el em­prendimiento en Galicia formulada por los exper­tos se refiere a la mejora del apoyo financiero, dado que éste ha sido identificado como uno de los principales obstáculos junto con las políticas del gobierno. Además, también identifican la me­jora de las características de la fuerza de trabajo y la educación y la formación como otros dos fac­tores relevantes como vehículos de estímulo del emprendimiento gallego.

Perfil socioeconómico del emprendedor

Uno de los aspectos más destacables del perfil so­cioeconómico del emprendedor es el durante el período 2014-2015, el descenso de la proporción de mujeres respecto a los varones en todas las fases del proceso, salvo en la de emprendimiento consoli­dado, que rompe así la tendencia al alza del período previo.

El perfil socioeconómico del emprendedor en Gali­cia presenta en el año 2015, en términos generales, características similares a las recogidas en ediciones pasadas, con ligeros matices. Es el caso de la edad media, que continúa su tendencia alcista hasta si­tuarse por encima de 40 años en todas las fases salvo la de emprendedor potencial, donde la edad media es de 38 años.

Características de las actividades del proceso emprendedor

Durante el año 2015, el sector de actividad predomi­nante en todas las fases del proceso emprendedor en Galicia continúa siendo el de los servicios orientados al consumo. La tónica dominante de las actividades re­sultantes del proceso emprendedor es la de microem­presas sin empleados y con un solo propietario.

En lo relativo a la previsión sobre creación de em­pleo, en torno a un 40% de las iniciativas nacientes y un 37,5% de las iniciativas incipientes estiman que incrementarán su plantilla en los próximos 5 años.

La mayoría de las iniciativas, con porcentajes próximos al 80%, se definen claramente como no innovadoras. Más elevado es el porcentaje de iniciativas emprendedoras que se sitúan en sec­tores de baja tecnología -superan el 90%-, tam­bién situándose en niveles elevados las iniciativas que no hacen utilización de tecnologías nuevas o recientes.

Por su parte, la percepción de los emprendedores en Galicia acerca del nivel de competencia de los merca­dos continúa siendo elevada. En relación a la expan­sión en el mercado de las iniciativas emprendedoras ligada al uso de nuevas tecnologías, experimenta un aumento significativo en todas las fases del proceso emprendedor.

El proceso emprendedor de la mujer

Durante el año 2015 continúa la tendencia al alza de la actividad emprendedora iniciada en 2014. Esta tendencia se mantiene en el caso de las mujeres, que pasan de un TEA de un 3,68 a un 4,62, pero resulta mucho más acusada en el caso de los hombres, que pasan de un TEA de un 4,17 en 2014, a un TEA en 2015 de un 6,40, con una tendencia claramente as­cendente que incrementa las diferencias entre em­prendedores en función del sexo.

La posición del TEA femenino en la Comunidad Au­tónoma de Galicia sigue siendo inferior a la media española (4,62 en Galicia frente al 5,02 en España), aunque Galicia mantiene su posición como novena comunidad autónoma con mayor TEA en el año 2015 y la octava con mayor diferencial positivo entre hom­bres y mujeres.

En el año 2015, casi la mitad de las emprendedoras gallegas tiene una edad comprendida entre los 35 y los 44 años, y si bien su nivel de estudios sigue sien­do superior al de los varones en el nivel universita­rio, perciben que tienen menos formación específica para emprender que los hombres.

Las iniciativas emprendedoras de las mujeres en Ga­licia se ubican en su mayoría en el entorno urbano y son lideradas por trabajadoras en activo que se dedican a tiempo completo a su negocio. El tamaño medio de las familias de las emprendedoras gallegas disminuye de 3,4 miembros en 2014 a 3,36 en 2015, un dato similar al del tamaño medio del hogar de los varones (3,37).

Educación superior y emprendimiento

La distancia entre emprendedores universitarios y no universitarios en cuanto a los niveles de TEA, situa­dos en 6,78 y 5,26 puntos porcentuales, respectiva­mente, se reduce. El tramo de edad más frecuente para emprender en el caso de los universitarios sigue siendo el situado entre los 35 y los 44 años.

Al contrario de lo que sucedía en el año 2014, en esta edición el porcentaje de personas que poseen formación específica para emprender es mayor en­tre los universitarios (63,17% frente a los 47,26% de los no universitarios). El nivel de renta medio entre no universitarios se sitúa de forma predominante en el tramo más bajo (el 55,57% de los que responden a esta cuestión reportan ingresos inferiores a los 20.000 euros anuales) mientras que entre universita­rios el 59,98% afirman tener un nivel de renta anual por encima de los 30.000 euros.

Predominan claramente las iniciativas desarrolladas en sectores de bajo nivel tecnológico, especialmente entre no universitarios (93,29% frente al 84,23% en­tre universitarios), y ambos grupos de emprendedo­res perciben en porcentaje similar (en torno al 58%) un alto nivel de competencia en su mercado.

En 2015 ha habido una relativa mejoría en cuanto a la influencia de la formación superior en la percep­ción de oportunidades para la creación de empre­sas. Así, aumenta significativamente el porcentaje de emprendedores universitarios que afirma percibir dichas oportunidades (52,94% frente al 29,48% en 2014), mientras que este porcentaje experimenta un descenso en el caso de los no universitarios.

La percepción de los emprendedores sobre sus habi­lidades y conocimientos para emprender es muy po­sitiva entre los emprendedores universitarios, donde el 100% considera que dispone de estas aptitudes, frente a una cifra que se sitúa en el 77,25% entre los no universitarios.

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